dor_id: 1501935

506.#.#.a: Público

650.#.4.x: Ciencias Sociales y Económicas

336.#.#.b: other

336.#.#.3: Registro de colección de proyectos

336.#.#.a: Registro de colección universitaria

351.#.#.b: Proyectos Universitarios PAPIIT (PAPIIT)

351.#.#.a: Colecciones Universitarias Digitales

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270.1.#.p: Dirección General de Repositorios Universitarios. contacto@dgru.unam.mx

590.#.#.c: Otro

270.#.#.d: MX

270.1.#.d: México

590.#.#.b: Concentrador

883.#.#.u: https://datosabiertos.unam.mx/

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590.#.#.a: Administración central

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883.#.#.q: Dirección General de Repositorios Universitarios

850.#.#.a: Universidad Nacional Autónoma de México

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100.1.#.a: J. Jesús María Serna Moreno

524.#.#.a: Dirección de Desarrollo Académico, Dirección General de Asuntos del Personal Académico (DGAPA). "Estudios afroamericanos. Aportes africanos a las culturas de nuestra América", Proyectos Universitarios PAPIIT (PAPIIT). En "Portal de datos abiertos UNAM" (en línea), México, Universidad Nacional Autónoma de México.

720.#.#.a: J. Jesús María Serna Moreno

245.1.0.a: Estudios afroamericanos. Aportes africanos a las culturas de nuestra América

502.#.#.c: Universidad Nacional Autónoma de México

561.1.#.a: Centro de Investigaciones sobre América Latina y el Caribe, UNAM

264.#.0.c: 2010

264.#.1.c: 2010

307.#.#.a: 2019-05-23 18:40:21.491

653.#.#.a: Estudios culturales; Antropología cultural

506.1.#.a: La titularidad de los derechos patrimoniales de este recurso digital pertenece a la Universidad Nacional Autónoma de México. Su uso se rige por una licencia Creative Commons BY 4.0 Internacional, https://creativecommons.org/licenses/by/4.0/legalcode.es, fecha de asignación de la licencia 2010, para un uso diferente consultar al responsable jurídico del repositorio por medio de contacto@dgru.unam.mx

041.#.7.h: spa

500.#.#.a: Entre los grupos emergentes cuyas identidades etnoculturales se han manifestado de diversas maneras en las últimas décadas en nuestra América, los afroamericanos, también llamados afromestizos, se resisten a ser encasillados en una denominación ideológica como lo es la de una “América mestiza” que esconde el carácter diverso de la población latinoamericana._x000D_ _x000D_ Hoy se habla de afrodominicanos, afrocolombianos y, a escala mundial, se aprobó el vocablo afrodescedientes para nombrar a los negros fuera de África (Afrodescendiente es un vocablo reciente y se usa en la literatura actual para identificar a las personas de ascendencia africana. Se adoptó en la Conferencia contra el racismo en Durban. Véase: Tercera Conferencia contra el racismo, la discriminación racial, la xenofobia y demás formas conexas de intolerancia, ONU, Durban, Sudáfrica, 31 de agosto-7 de septiembre de 2001).Entre los efectos concretos de la discriminación racial y étnica se señalan: pobreza, exclusión, invisibilización de las minorías, falta de espacios de participación, discriminación en el trabajo, la educación deformada y la marginación regional o local. Se podrían mencionar, además, como retos que tienen por delante los afrodescendientes: lucha contra el ocultamiento e invisibilización de la cultura negra, omisión de la historia de la comunidad negra en la historia nacional; negación de los aportes de la cultura negra; minimización de la contribución económica y política del negro; perpetuación de una imagen servil, mediante el uso de estereotipos y mitos degradantes y procesos de marginación, que los mantiene en la escala más baja del ordenamiento social. Estos desafíos salvo raras excepciones son los mismos para toda la región” nuestroamericana._x000D_ Por otra parte, La identidad es teatro y es política, es actuación y acción, se debe considerar a la identidad como una producción que nunca se termina y que se construye dentro y no fuera de la representación. En las puestas en escena de estas identidades, han existido varias formas de autodenominarse (negro mexicano, negro americano, afromexicano, afrocaribeño, negro, mexicano negro, afromexicano, afrobrasileño) y tanto la aparición, como la desaparición de estas denominaciones están sujetas a condiciones sociohistóricas específicas._x000D_ _x000D_ La diversidad etnocultural de nuestra Amèrica exige un tratamiento específico para cada una de sus variantes. Y hablamos de diversidad, conscientes de que durante los últimos años se ha generado el apuntalamiento de un pretendido pensamiento único originado en los centros de poder transnacional y, por otro lado, se ha puesto de moda lo que pareciera ser una tendencia a fragmentar la realidad mediante enfoques propios de un posmodernismo que desprecia la teoría, rompe en buena medida con el imperio de la razón y rechaza el postulado de la totalidad. Nos parece que el objetivo, deliberado o no, de las posiciones más conservadoras de la llamada condición posmoderna es el de romper la unidad de un “nosotros indoafrolatinoamericano” . Aquí, por el contrario, se trata de proponer reintegrar esta unidad, a partir de reconocer y entender mejor su composición múltiple y compleja, en una primera aproximación desde la perspectiva de las identidades etnoculturales._x000D_ Además de los pueblos originarios que han desarrollado movimientos cuyas demandas han venido superando las visiones indianistas o etnicistas para alcanzar un nivel tal de desarrollo que involucra la necesidad de repensar el concepto de nación en nuestra América, los afrodescendientes han venido a sumarse, no sin dificultades, a las reivindicaciones de carácter etnocultural que tendrían cabida en una nación cuyo Estado reconociera (y respetara) el carácter pluriétnico y pluricultural de dicha nación . Ello significa que el “nosotros” latinoamericano está caracterizado por su diversidad étnica y cultural, lo cual no implica fragmentación, sino una unidad compleja en donde lo que unifica es un conjunto de elementos diversos pero con una historia compartida y un origen común. Esto es lo que está en el fondo de las múltiples y complejas formas de resistencia étnica y cultural en América Latina contrarias a la avalancha “globalizadora” de signo homogeneizador y a las políticas neoliberales negadoras de lo nacional sobre todo cuando ello tiene un carácter popular._x000D_ _x000D_ Los afrodescendientes en América Latina son el producto histórico de diversos grados de mestizaje . Pero la ideologización del concepto de mestizaje ignora el hecho, ocultado por esta ideologización, de que existen diversos tipos de mestizaje con diverso signo étnico y cultural. Así, históricamente, el tipo de mestizaje preponderante en algunas regiones de América Latina no fue el de europeos e indoamericanos, sino el de indígenas y “negros” aunque esta población incluyera distintas variantes y grados de mestizaje (además de la mixturación de negros con indios, muchas otras variantes, las cuales estarían integradas no sólo por negros, sino por mulatos -con diversos grados de mulataje- que incluye a los indios con diversos grados de mestizaje; por ejemplo: “pardo, lobo o zambo: indio con negra; jarocho: negro con india; chino: lobo con negra; cambujo: chino con india; zambo prieto: negro con zamba; galfarro: negro con mulata; negro con cuarterona: tente en el aire; albarasado: tente en el aire con mulata; gíbaro: lobo con china, etcétera” . Esta diversidad de mestizajes dio origen a una población “morena” difícil de clasificar. Si a ello agregamos que muchos mestizos eran abandonados por el padre y crecían como indios y eran contabilizados como indios, fenómeno que se dio en grandes cantidades, el proceso se complica aún más. Efectivamente, las cosas han ocurrido de tal manera que el mestizaje no homogeneiza como generalmente se ha considerado. Pero además, el problema no es única ni fundamentalmente racial, sino, principalmente étnico y cultural, además de socioeconómico._x000D_ Por otra parte, el tratamiento de “negro” que durante siglos se le ha dado a los afroamericanos dio origen al movimiento de la “negritud”. Sin embargo, hablar de negritud en la actualidad no deja de causar cierta polémica y desatino. Por un lado, debido a la compleja historia del concepto y, por otro, porque a través de ello se ha querido ocultar o negar la presencia negra en América Latina. Y es que la mejor forma de desaparecer de la historia lo no deseado es negar su existencia y, más aún, si eso que se desea desaparecer nos recuerda una condición que se considera vergonzosa. La sistemática exclusión histórica de que ha sido objeto el “negro” como sujeto capaz de participar en la vida y desarrollo de las naciones latinoamericanas no ha quedado registrado en la historia y, más bien, se nos presenta como algo inexistente. Efectivamente, ya ha sido suficientemente documentado cómo el discurso oficial pintó a los afroamericanos como sujetos sin historia y cómo, al ser sistemáticamente excluidos como grupo sociocultural, éstos han optado muy frecuentemente por cambiar su condición ._x000D_ Históricamente lo “negro” fue asociado a la esclavitud a partir del proceso cruento de la esclavización del ser humano. El racismo surgió, pues, como una ideología que pretendió legitimar el secuestro masivo de millones de personas naturales de los distintos pueblos africanos, los cuales fueron trasladados violentamente al “nuevo continente” como mano de obra esclavizada y se fortaleció con la expansión del mercado capitalista mundial. De esta manera, lo “negro” se convirtió en lo pésimo, lo trágico, lo feo, lo negativo, lo sucio, lo marginal y lo diabólico, mientras que lo blanco pasó a simbolizar lo bueno, lo positivo, lo enaltecido, lo sublime, lo limpio, lo cristiano. Al respecto, el doctor Gustavo de Roux expresa que, “con el proceso de esclavitud los colores blanco y negro fueron convertidos arbitrariamente en símbolos de condición humana superior e inferior; por lo cual el fenotipo asociado con el color negro se asumió históricamente como emblema de taras, vicios o defectos; y por tanto el adjetivo ‘negro’, cuando se le equipara al término persona, invisibiliza la verdadera esencia humana” . Nosotros pensamo

046.#.#.j: 2019-11-14 12:26:40.706

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No entro en nada

No entro en nada 2

Registro de colección universitaria

Estudios afroamericanos. Aportes africanos a las culturas de nuestra América

Centro de Investigaciones sobre América Latina y el Caribe, UNAM, Portal de Datos Abiertos UNAM, Colecciones Universitarias

Licencia de uso

Procedencia del contenido

Entidad o dependencia
Centro de Investigaciones sobre América Latina y el Caribe, UNAM
Entidad o dependencia
Dirección General de Asuntos del Personal Académico
Acervo
Colecciones Universitarias Digitales
Repositorio
Contacto
Dirección General de Repositorios Universitarios. contacto@dgru.unam.mx

Cita

Dirección de Desarrollo Académico, Dirección General de Asuntos del Personal Académico (DGAPA). "Estudios afroamericanos. Aportes africanos a las culturas de nuestra América", Proyectos Universitarios PAPIIT (PAPIIT). En "Portal de datos abiertos UNAM" (en línea), México, Universidad Nacional Autónoma de México.

Descripción del recurso

Título
Estudios afroamericanos. Aportes africanos a las culturas de nuestra América
Colección
Proyectos Universitarios PAPIIT (PAPIIT)
Responsable
J. Jesús María Serna Moreno
Fecha
2010
Descripción
Entre los grupos emergentes cuyas identidades etnoculturales se han manifestado de diversas maneras en las últimas décadas en nuestra América, los afroamericanos, también llamados afromestizos, se resisten a ser encasillados en una denominación ideológica como lo es la de una “América mestiza” que esconde el carácter diverso de la población latinoamericana._x000D_ _x000D_ Hoy se habla de afrodominicanos, afrocolombianos y, a escala mundial, se aprobó el vocablo afrodescedientes para nombrar a los negros fuera de África (Afrodescendiente es un vocablo reciente y se usa en la literatura actual para identificar a las personas de ascendencia africana. Se adoptó en la Conferencia contra el racismo en Durban. Véase: Tercera Conferencia contra el racismo, la discriminación racial, la xenofobia y demás formas conexas de intolerancia, ONU, Durban, Sudáfrica, 31 de agosto-7 de septiembre de 2001).Entre los efectos concretos de la discriminación racial y étnica se señalan: pobreza, exclusión, invisibilización de las minorías, falta de espacios de participación, discriminación en el trabajo, la educación deformada y la marginación regional o local. Se podrían mencionar, además, como retos que tienen por delante los afrodescendientes: lucha contra el ocultamiento e invisibilización de la cultura negra, omisión de la historia de la comunidad negra en la historia nacional; negación de los aportes de la cultura negra; minimización de la contribución económica y política del negro; perpetuación de una imagen servil, mediante el uso de estereotipos y mitos degradantes y procesos de marginación, que los mantiene en la escala más baja del ordenamiento social. Estos desafíos salvo raras excepciones son los mismos para toda la región” nuestroamericana._x000D_ Por otra parte, La identidad es teatro y es política, es actuación y acción, se debe considerar a la identidad como una producción que nunca se termina y que se construye dentro y no fuera de la representación. En las puestas en escena de estas identidades, han existido varias formas de autodenominarse (negro mexicano, negro americano, afromexicano, afrocaribeño, negro, mexicano negro, afromexicano, afrobrasileño) y tanto la aparición, como la desaparición de estas denominaciones están sujetas a condiciones sociohistóricas específicas._x000D_ _x000D_ La diversidad etnocultural de nuestra Amèrica exige un tratamiento específico para cada una de sus variantes. Y hablamos de diversidad, conscientes de que durante los últimos años se ha generado el apuntalamiento de un pretendido pensamiento único originado en los centros de poder transnacional y, por otro lado, se ha puesto de moda lo que pareciera ser una tendencia a fragmentar la realidad mediante enfoques propios de un posmodernismo que desprecia la teoría, rompe en buena medida con el imperio de la razón y rechaza el postulado de la totalidad. Nos parece que el objetivo, deliberado o no, de las posiciones más conservadoras de la llamada condición posmoderna es el de romper la unidad de un “nosotros indoafrolatinoamericano” . Aquí, por el contrario, se trata de proponer reintegrar esta unidad, a partir de reconocer y entender mejor su composición múltiple y compleja, en una primera aproximación desde la perspectiva de las identidades etnoculturales._x000D_ Además de los pueblos originarios que han desarrollado movimientos cuyas demandas han venido superando las visiones indianistas o etnicistas para alcanzar un nivel tal de desarrollo que involucra la necesidad de repensar el concepto de nación en nuestra América, los afrodescendientes han venido a sumarse, no sin dificultades, a las reivindicaciones de carácter etnocultural que tendrían cabida en una nación cuyo Estado reconociera (y respetara) el carácter pluriétnico y pluricultural de dicha nación . Ello significa que el “nosotros” latinoamericano está caracterizado por su diversidad étnica y cultural, lo cual no implica fragmentación, sino una unidad compleja en donde lo que unifica es un conjunto de elementos diversos pero con una historia compartida y un origen común. Esto es lo que está en el fondo de las múltiples y complejas formas de resistencia étnica y cultural en América Latina contrarias a la avalancha “globalizadora” de signo homogeneizador y a las políticas neoliberales negadoras de lo nacional sobre todo cuando ello tiene un carácter popular._x000D_ _x000D_ Los afrodescendientes en América Latina son el producto histórico de diversos grados de mestizaje . Pero la ideologización del concepto de mestizaje ignora el hecho, ocultado por esta ideologización, de que existen diversos tipos de mestizaje con diverso signo étnico y cultural. Así, históricamente, el tipo de mestizaje preponderante en algunas regiones de América Latina no fue el de europeos e indoamericanos, sino el de indígenas y “negros” aunque esta población incluyera distintas variantes y grados de mestizaje (además de la mixturación de negros con indios, muchas otras variantes, las cuales estarían integradas no sólo por negros, sino por mulatos -con diversos grados de mulataje- que incluye a los indios con diversos grados de mestizaje; por ejemplo: “pardo, lobo o zambo: indio con negra; jarocho: negro con india; chino: lobo con negra; cambujo: chino con india; zambo prieto: negro con zamba; galfarro: negro con mulata; negro con cuarterona: tente en el aire; albarasado: tente en el aire con mulata; gíbaro: lobo con china, etcétera” . Esta diversidad de mestizajes dio origen a una población “morena” difícil de clasificar. Si a ello agregamos que muchos mestizos eran abandonados por el padre y crecían como indios y eran contabilizados como indios, fenómeno que se dio en grandes cantidades, el proceso se complica aún más. Efectivamente, las cosas han ocurrido de tal manera que el mestizaje no homogeneiza como generalmente se ha considerado. Pero además, el problema no es única ni fundamentalmente racial, sino, principalmente étnico y cultural, además de socioeconómico._x000D_ Por otra parte, el tratamiento de “negro” que durante siglos se le ha dado a los afroamericanos dio origen al movimiento de la “negritud”. Sin embargo, hablar de negritud en la actualidad no deja de causar cierta polémica y desatino. Por un lado, debido a la compleja historia del concepto y, por otro, porque a través de ello se ha querido ocultar o negar la presencia negra en América Latina. Y es que la mejor forma de desaparecer de la historia lo no deseado es negar su existencia y, más aún, si eso que se desea desaparecer nos recuerda una condición que se considera vergonzosa. La sistemática exclusión histórica de que ha sido objeto el “negro” como sujeto capaz de participar en la vida y desarrollo de las naciones latinoamericanas no ha quedado registrado en la historia y, más bien, se nos presenta como algo inexistente. Efectivamente, ya ha sido suficientemente documentado cómo el discurso oficial pintó a los afroamericanos como sujetos sin historia y cómo, al ser sistemáticamente excluidos como grupo sociocultural, éstos han optado muy frecuentemente por cambiar su condición ._x000D_ Históricamente lo “negro” fue asociado a la esclavitud a partir del proceso cruento de la esclavización del ser humano. El racismo surgió, pues, como una ideología que pretendió legitimar el secuestro masivo de millones de personas naturales de los distintos pueblos africanos, los cuales fueron trasladados violentamente al “nuevo continente” como mano de obra esclavizada y se fortaleció con la expansión del mercado capitalista mundial. De esta manera, lo “negro” se convirtió en lo pésimo, lo trágico, lo feo, lo negativo, lo sucio, lo marginal y lo diabólico, mientras que lo blanco pasó a simbolizar lo bueno, lo positivo, lo enaltecido, lo sublime, lo limpio, lo cristiano. Al respecto, el doctor Gustavo de Roux expresa que, “con el proceso de esclavitud los colores blanco y negro fueron convertidos arbitrariamente en símbolos de condición humana superior e inferior; por lo cual el fenotipo asociado con el color negro se asumió históricamente como emblema de taras, vicios o defectos; y por tanto el adjetivo ‘negro’, cuando se le equipara al término persona, invisibiliza la verdadera esencia humana” . Nosotros pensamo
Tema
Estudios culturales; Antropología cultural
Identificador global
http://datosabiertos.unam.mx/DGAPA:PAPIIT:IN402610

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